The Big Year 2013: Regreso a Monfragüe y algo más
30 abril al 3 mayo
Quedan 242 días
Unos pocos días de fiesta y la oportunidad de volver a Extremadura con el finde completar un elenco de especies que en su momento (ver entrada «Por Monfragüe«) no respondió a lo esperado. Así que, en este año en que mi situación económica resulta bastante ajustada vuelvo a recurrir al camping como alojamiento después de varias décadas de ausencia por estos campos sembrados de tiendas y caravanas. La idea es instalarse en el camping Monfragüe y moverse por el parque nacional y alrededores en busca de las especies que aun me faltan por sumar en mi lista.
Durante el viaje de ida, allí por la provincia de Burgos, veo ya mi primer aguilucho cenizo (este año bastante más tarde de lo normal ¿tendrá algo que ver el tiempo que está haciendo?). Fue a la altura de Monasterio de Rodilla…
222. Circus pygargus
La llegada a Monfragüe y montaje de la tienda de camapaña deja aún tiempo para una breve escapada hasta el Salto del Gitano, donde se suman:
223. Lanius senator (bajando de Villarreal al Salto)
224. Ciconia nigra
El día 1 dedicado a recorrer zonas próximas al parque nacional, pero sin faltar, de camino a Arrocampo, una parada en Portilla del Tiétar. Esta vez no falta a su cita una impresionante águila imperial ibérica que nos deleita con unos vuelos espectaculares y posándose sobre un risco destacado durante largo tiempo.
225. Aquila adalberti
Poco después, y aún con esta impactante imagen en las retinas, llegamos a Arrocampo con el firme propósito de encontrar al elanio, que a priori es la especie más esquiva de las que deseo ver. Y mi idea de que era esquiva fue más cierta de lo que hubiera deseado, pues ese día no se dejó ver. Pero el esfuerzo en la zona dió sus frutos… pues en un cable se hallaba posada una hembra de cernícalo patirrojo, una rareza local.
226. Falco naumanni
227. Falco subbuteo
228. Gelochelidon nilotica
229. Falco vespertinus
¡Tres falcos en poco tiempo!
Por la tarde la visita es a la zona de Santa Marta de Magasca, donde las especies sumadas son:
230. Coracias garrulus
231. Aquila fasciata
El día 2 vive un nuevo intento de dar con el elanio, pues hay noticias de que se vió ayer (!) y que por la zona Arrocampo es el mejor lugar para buscarlo. Pero el primer añadido no resulta ser el buscado elanio, sino un avetorillo común que cruza sobre la carretera y consigo verlo ¡por el retrovisor! mientras paso por ahí. Pero al poco tiempo, no sin esfuerzo, el elanio se deja ver… ¡bien! Al principio lejos, después dos ejemplares bastante cerca y durante un buen rato.
232. Ixobrichus minutus
233. Elanus caeruleus
El resto del día fue dedicado a visitar el castillo de Monfragüe y el Salto del Gitano con la intención de avistar el vencejo cafre, que ya había sido visto en la zona. Pero tras laaaaaaaaaaaaaargas horas de espera éste no hizo su aparición, lo cuál no fué óbice para practicar muy buen pajareo.

Este hecho acaeció durante la espera en el Salto del Gitano ¿Están las aves hartas de nosotros, los pajareros? Supongo que a más de uno le habrá ocurrido algo similar… venga, levantad la mano, no tengáis vergüenza. Yo tengo familia en Bélgica, donde dicen que ser cagado por un ave trae buena suerte. No fué el caso con el vencejo cafre ¿o si? Se revelará en futuros capítulos.
Eso sí, por la noche quién se dejó oír fue el «paca-paca-paca-paca» del chotacabras cuellirrojo.
234. Caprimulgus ruficollis
Durante el viaje de vuelta, el día 3, una oropéndola se cruza delante del coche a la altura de Fresno-Alhandiga, en Salamanca,… y gracias a un desvío considerable, añado a la graja en Cembranos (León), que difícilmente puede hallarse en otras zonas peninsulares.
235. Oriolus oriolus
236. Corvus frugilegus

La primera vez que veía graja en la Península Ibérica, y es que la pequeña población ibérica de esta especie se ciñe a una zona de León por la que yo nunca antes había pasado.
El balance a la vuelta es excelente, salvo por el fallido vencejo cafre, pero lo extraño es que no hubiera fallado nada de nada. De hecho eran aún fechas tempranas para este apódido y estaba recién llegado (como nos indicaron algunos pajareros locales), por lo que era normal que resultara complicado verlo.
Dudaba en si nombrar «pájaro del día» al cernícalo patirrojo, por ser la especie más improbable en este lugar, o al águila imperial ibérica, pero finálmente me he quedado con ésta última ¡porque me apetecía mucho dibujarla!
Muchas gracias a Sergio Mayordomo y a Godfried Schreur que me dieron valiosas indicaciones para encontrar algunas de las especies.